De Villarramiel a Fuentes de Nava. Las Lagunas de campos

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Entre Villarramiel y Fuentes de Nava el Ramal de Campos atraviesa un sector singular de la campiña de Tierra de Campos, caracterizado por los humedales. La Laguna de La Nava es, por su extensión, el buque insignia de estas láminas de agua de escasa profundad, que conforman un espacio privilegiado para las anátidas y otras aves acuáticas, sobre todo para las migratorias en época invernal, pero también para singulares aves esteparias, como avutardas y sisones. Otros humedales son las lagunas de Abarca de Campos y Boada de Campos. Estas zonas encharcadas tienen su origen en la escasa capacidad de drenaje del curso que atraviesa la zona, el río Valdeginate, y sus arroyos afluentes. En el pasado se llegaron a desecar para ganar tierras y evitar enfermedades endémicas, como el paludismo, pero desde hace décadas se ha llevado a cabo una labor de recuperación por su altísimo valor ecológico.

También el Canal contribuyó a crear nuevos humedales, aunque muchas veces de forma accidental. Con el paso del tiempo y la falta de mantenimiento se fueron produciendo filtraciones en determinados puntos del trazado, que a falta de reparación se estabilizaron en charcas de diferente tamaño. Hoy día forman parte integral del paisaje, y por su importancia algunas están declaradas, al igual que las lagunas naturales, Zonas de Especial Protección para las Aves dentro de la Red Natura 2000 europea, punto de atracción de un creciente turismo ornitológico.

Al inicio del tramo, un corto trayecto nos llevará a la Laguna de Boada, que además de un punto de observación de aves nos permitirá conocer la interesante arquitectura popular de esta pequeña localidad y su iglesia mudéjar. Y antes habremos pasado por Capillas, otro pequeño pueblo atravesado por el canal. Siguiendo el camino encontramos Abarca de Campos, donde podemos observar, y disfrutar, de un elemento de la arqueología industrial restaurado, la antigua harinera, que data de 1854 y hoy es un hotel-restaurante emplazado sobre la primera esclusa del Ramal de Campos, y también conocer la “villa de la música”, que cuenta con una fundación- museo del órgano castellano, ciclo de conciertos y un singular carrillón.

Terminaremos la etapa en Fuentes de Nava, conjunto histórico de gran interés, donde destaca la silueta de la torre tardogótica de la iglesia de San Pedro, conocida como “la estrella de Campos”, el Museo del Renacimiento de la iglesia de Santa María y el propio canal, con un espacio recreativo junto al llamado puente viejo. Fuentes de Nava es también la puerta de entrada al gran humedal de la Laguna de La Nava, que tiene en la localidad su Casa del Parque y Centro de Interpretación en una casona del siglo XVIII, y diversos puntos de observación de las aves.

Fuera de la ruta, pero en sus cercanías, se levantan otras localidades terracampinas de notable interés, como Castromocho o Baquerín de Campos, que bien merecen la pena el desvío.