De Calahorra de Ribas a Frómista. El Camino de Santiago

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El ramal norte del Canal de Castilla sigue la vega del Carrión, un eje norte sur que atraviesa el corazón de la provincia de Palencia. Este trazado cruza la histórica vía de peregrinaje medieval del Camino de Santiago, que en realidad no hace sino heredar el decurso de la vía romana de Astorga a Burdeos, uno de los principales ejes viarios del imperio romano. La consolidación del llamado Camino Francés como el principal itinerario entre Europa y Santiago de Compostela revitalizó esa antigua vía y a su vera nacerán monasterios, iglesias e instalaciones hospitalarias.

Un magnífico ejemplo lo encontramos en el mismo cruce del Canal con el Camino de Santiago, en Frómista, con un hito tan relevante como la iglesia de San Martín, una de las joyas europeas del románico, al que acompañan otros monumentos de interés, como Santa María del Castillo, gótica del siglo XV, con reformas hasta el XVIII, actual museo dedicado al Camino de Santiago (Vestigia) o la iglesia de San Pedro, gótica de los siglos XV y XVI, actual museo de arte sacro. Como herencia de su tradición hospitalaria, en esa localidad se concentra una destacada oferta hotelera y de restauración. Por un capricho topográfico, en el mismo cruce del canal con el Camino de Santiago encontramos una de las obras más relevantes de la vía fluvial y que no puede pasarse por alto, una sucesión de cuatro esclusas, necesarias para salvar el desnivel, que se acompañan de almacén, cuadra, vivienda, batán, centro de interpretación, un barco turístico que permite pasear por el canal y un cercano humedal, la Laguna de Ontanilla.

En los últimos años se ha revitalizado el llamado Camino Lebaniego, hacia Santo Toribio de Liébana, en Cantabria, que por estas tierras ha elegido como trazado los caminos de sirga del Canal. La razón de estos senderos que bordean el cauce está en el hecho de que inicialmente la navegación dependía de la fuerza animal, una reata de mulas que tiraba de las barcazas mediante una gruesa maroma o sirga. Esto también condicionó el diseño de la obra, los puentes que lo salvaban o los acueductos tenían que tener la anchura suficiente para acoger el cauce y también los caminos de sirga, las casas de esclusero debían disponer de cuadras, la tripulación de las barcazas tenía que contar con dos personas, una a cargo de timón y otra de las caballerías, el desnivel acometido debía ser muy suave, no solo para la tranquilidad de la navegación sino también para facilitar el paso de las mulas. Hoy día estos caminos son los que facilitan el uso turístico, para el recorrido senderista o ciclista.

Antes de llegar a Frómista la ruta nos lleva por San Cebrián de Campos, con puente sobre el canal y otra de las lagunas interpretada de las que nacieron a la vera del cauce, la de La Besana, por Amusco, pueblo que distinguimos pronto por su monumental iglesia parroquial de época moderna, conocida como “el pajarón de Campos”, y donde también merece visita su ermita románica, y también por Piña de Campos, con su magnífica hostería.

Ya que estamos por estas tierras no podemos dejar de recomendar que se tome el desvío que en pocos kilómetros lleva al conjunto histórico de Támara de Campos, donde sobre todo destaca el templo de San Hipólito el Real.