Oporto, recovecos imprescindibles donde encontrarte – Crealitravels 11

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Hoy nos encontramos entre saudade y fados. Caminando entre adoquines húmedos, sentimos cómo nos embriagan las historias de marineros. Nos abruma y serena a su vez, el relato de aquellos que tornan a buen puerto. Al tiempo, así mismo, Oporto nos recibe dulcemente como un lugareño más. Los colores del Douro, crean una paleta cromática digna de leyenda. No hay color que falte entre Lo natural y las fachadas que engalanan el corazón de la ciudad. Claramente nos Dan la bienvenida las miradas quedas de sus habitantes, sus edificios expectantes e hiperterritose a su vez y, como no sus balconadas de forja.

La ropa tendida cuan bandera nos abraza y nos acoge desde la Ribeira. Sus cánticos, cuan sirenas, nos llevan hacia sus tabernas y, al compás no invitan a introducirnos y pemetrar en ese casco histórico de Oporto.Las bodegas del vino, en el flanco de Gaia, nos hacen llamado sin miramiento a la celebración de la visita. Mientras tanto, rezan y relatan historias que las hacen ostentar el título de Patrimonio Mundial.

Caminante no hay camino que no se haga mediante la exploración. Esto incluye sus pétreas callejuelas y petiscos de ciudad, sus atardeceres de oro, sus infinitos puentes en pupila y corazón y, cómo no, el peregrinaje de sus gentes hasta el espejo de los azulejos que imprimen su legado.

Entre sus legendarias iglesias y miradores, si cabe, los cánticos se acompañan y el llamado al corazón y al arte se engrandece. Descansando entre cafés, los libros y los poemas, la pluma y la inspiración encuentran su morada. Fados y saudades brindan al dulzor de sus pastelarias, sus entrañables gentes y sus alrededores sin fin.

Nos embelesa la estación de São Bento, con su vestíbulo revestido de azulejos. Una obra maestra capaz de iluminar la mente del soñador y hacerlo creador de sus míos sueños. Cuan ejemplo del creador que, de un sueño, erigió su obra de arte.

Imploraremos al amor ante la Se, su catedral, en cuyo atrio disfrutaremos de panorámicas del río, sus casas y de la otra orilla del mundo a nuestros pies.

Descendemos entre flores y escaleras, calles medievales hasta Ribeira, para descansar en el muelle, entre susurros y abrazos, en su legado, sus románticas y terrazas, o pintorescas tascas. No cessremos de caminarte, recorrerte, explorarte creando mapa mentales, como el enamorado que estudia los resquicios y reconditos puertos de su amor. Caminaremos entre flores y music, arte y esencias de sentimientos. Eso eres Oporto, Porto, puerto de luces y vida.

Y mientras te recordamos, viajaremos por ti, sin olvidar pisar tus puntos estratégicos:

☆Mercado del Bolhao
☆Palacio de la Bolsa
☆Vila Nova de Gaia.
☆Estación de San Bento.
☆Librería Lello e Irmão
☆Iglesia y Torre de los Clérigos
☆La Ribeira
☆Catedral,
☆Sus miradores

☆visitar la Casa do Infante, junto a Ribeira

☆admirar el casco antiguo de Miragaia, muy cerca del muelle de Ribeira

☆pasear por la Rua Galería de París y por las calles adyacentes, cerca de la Torre de los Clérigos

☆dar una vuelta por la Rua Miguel Bombarda para respirar una bocanada de diseño y arte contemporáneo

☆pasear por el Parque de la Ciudad, frente al mar

☆disfrutar de las buenas playas y terrazas junto a la desembocadura

☆probar el sándwich francesinha, una de las especialidades de Oporto

☆probar el pescado fresco y el marisco, o los bolinhos (buñuelos) de bacalao

☆conocer un poco del litoral al norte o al sur de Oporto

☆salir de noche por Oporto

☆conocer las fiestas de San Juan