Ermita del niño Jesús – Berzocana

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La sierva de Dios y Beata María del Niño Jesús habitó en esta humilde casa a partir de la muerte de sus padres y desprenderse de la herencia en beneficio de los pobres de Berzocana.
En la fachada principal vemos sobre el alfiz de la puerta un escudo con las armas de los Meneses y de los Orellana.
Aunque no vivió ni fundó convento, renunció a la herencia y casa de sus padres repartiendo sus bienes entre los pobres y su hermano. Se retiró a una pequeña casa, estrecha, inmediata a la Iglesia y después de su muerte el pueblo no permitió que entrase otro morador.
Murió el 9 de septiembre de 1668, a los cuarenta años y es entonces cuando el edificio se convierte en Ermita del Niño Jesús manteniéndose la tradicional fiesta cuyo recuerdo hoy está casi olvidado.